MARCA PERSONAL Y TUS METAS PROFESIONALES
"Cada uno de nosotros tiene metas profesionales que estima cumplir a corto o largo plazo, y así como es importante reconocerlas y definir acciones para alcanzarlas, es necesario hacer su propio inventario de las competencias técnicas y habilidades personales que permitirán el logro de las mismas."
Y te preguntarás cómo se relacionan el logro de tus metas profesionales con tu marca personal. Por ello comienzo por compartir dos definiciones de marca, que servirán para responderte esta pregunta. Según la RAE, marca es la señal que se hace o se pone en alguien o en algo, para distinguirlo, o para denotar calidad o pertenencia. Y según la Asociación Americana de Marketing es un nombre, un término, una señal, un símbolo, un diseño, o una combinación de alguno de ellos que identifica productos y servicios de una empresa y los diferencia de los competidores.
Al analizar los dos conceptos anteriores, lo primero es que se puede entender que tu nombre es parte de esos componentes de tu marca personal, tu nombre es esa señal o término que te identifica como diferente a otro y que por tanto en cualquier contexto donde te desenvuelvas serás reconocido inicialmente por éste. Lo segundo es que el nombre es acompañado por unas características que denotan la calidad, la diferencia y los servicios de la marca. En la práctica esto es así para todo producto y servicio, ello ocurre cuando el mismo está expuesto en el mercado, es decir está visible y en contacto con clientes y consumidores. Bien sea estés en el campo laboral o por entrar en él, todas estas características se van forjando en tu actuar diario y en la percepción que los otros observan de ti en tu actuar; en otras palabras una marca no es lo que dice ser, una marca es lo que sus clientes o consumidores dicen que es.
En 1997, Tom Peters hizo la publicación “The Brand Called You” y es por ello que está considerado como uno de los precursores del término marca personal, en este artículo analizaba una estrategia para diferenciarse y promocionarse profesionalmente. En el mundo laboral y más hoy, en la presente época de la cuarta revolución industrial, es imprescindible que cada persona entienda y por tanto asuma la responsabilidad de gestionar su propia marca personal como estrategia que apoye el logro de sus objetivos profesionales.
En los procesos de reclutamiento la marca personal del candidato, será expuesta a través de su resumen curricular, su presencia, su habilidad para responder las preguntas en las entrevistas que asistan y las referencias que otros puedan ofrecer sobre él. Mientras que en el día a día, la marca personal se va construyendo a través de las acciones, resultados y relaciones que genera la persona. En este sentido y en el contexto de la pregunta de inicio, si tu marca personal es apropiada para alcanzar tus metas profesionales, la propuesta es que es necesario poner atención a cada uno de estos aspectos de forma coherente, sencilla, diferenciadora y por sobre todas las cosas es esencial que sea acorde a la realidad.
Una marca personal debe tener su posicionamiento definido, es decir su propia declaración que lo lleve a ser un “servicio” que ocupe un lugar claro, distintivo y deseable en las mentes de los consumidores metas y en relación con los otros que están en el mismo mercado. En esta declaración de posicionamiento debe reconocerse quién es ese target al cual se dirige, tanto personas como objetivos; cuáles son sus competencias técnicas requeridas para su objetivo; cuáles son sus competencias “blandas” para saber hacer desde el ser, es decir como muestra su desenvolvimiento y coordinación con otros; debe reconocer cuál es su valor diferencial y entender en cuál espacio compite por diferenciarse como oferta. Como bien he expresado anteriormente, la marca personal es algo que no es fijo, es una construcción diaria que está vinculada a la gestión personal y a la gestión relacional; por tanto es necesario una autoevaluación continua.
En cuanto a la gestión personal, la formación académica y profesional es uno de los aspectos más conocidos y están relacionados a las competencias técnicas. Mientras que en la gestión relacional, está conectada a la identidad pública. Se entiende por identidad pública, aquello que los otros logran observar de una persona, esas características que lo distinguen. En otras palabras es un constructo social, que se da en el interactuar desde los diversos actos; en especial las conversaciones que incluyen la escucha, el hablar, el pedir, el ofertar, el reclamar, el coordinar, entre otras acciones; en este sentido constituir una identidad pública es requisito para gestionar una buena y saludable marca personal.
La marca personal, tiene como principio que cada quien es su propio gerente de publicidad y de relaciones públicas, independientemente se contrate a expertos para llevar las redes sociales. En este sentido la invitación es a empoderarte y por tanto a mirar las posibilidades para empezar desde ahora a trabajar activamente en tu marca personal y coherentemente con tus metas profesionales y personales.
Para iniciar el trabajo de la marca personal que sea coherente con las metas, es imprescindible una primera autoevaluación. En esta instancia se requiere realizar un inventario de las experiencias tanto académicas como personales, que permitan mostrar las competencias técnicas o blandas con las que cuentas, esto debe expresarse claramente en el resumen curricular y en las entrevistas de trabajo, así como debe ser demostrable laboralmente.
En segundo lugar y en el orden de que la marca personal se construye a diario, se debe evaluar la relación entre los dos aspectos anteriores y la identidad pública, es importante poder observar si aquello que se mira en uno mismo se está expresando, mostrando o reflejando en la relación con los otros. En tercer lugar, la autoevaluación debe hacerse en identificar la brecha entre la situación actual y la situación deseada, en este sentido el mirar lo aprendido hasta el presente no es todo, así como el reconocer la diferencia entre la autoobservación y la identidad pública tiene una intención. Por eso es conveniente analizar y definir los siguientes aspectos a trabajar o desarrollar, que permitan continuar avanzando hacia la meta propuesta y compitiendo en un mundo que cambia continuamente exigiendo nuevas competencias por parte de cada quién.
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