LA NATURALEZA HUMANA Y LA DIRECCIÓN DE ORGANIZACIONES
Profesor Rodolfo Bolívar |
En ese proceder que implica un crecimiento integral del hombre, no solo afianzamos nuestra naturaleza, sino que educamos los afectos para poder asumir el control de nuestras emociones, auto reconocernos como personas humanas y poder ver en el otro, con quienes me relaciono, otra persona digna que merece el respeto de su ser, su esfuerzo, su condición y humanidad. La dirección de empresas u organizaciones vista desde este ámbito personal, nos permite esforzarnos por entender la naturaleza humana y escudriñar en lo más profundo de nuestras facultades, nuestra estructura afectiva, las tendencias sensibles y avistar incluso el camino adecuado de nuestro ser antropológico y definir los límites de una moralidad propia de nuestra esencia y de nuestra naturaleza, somos humanos, no somos animales.
En los últimos tiempos la humanidad se ha encaminado hacia un umbral complejo que nos aleja de nuestra propia integridad y de reconocernos como seres humanos, hemos ‘animalizado’ nuestras relaciones sociales, sexuales, productivas e incluso familiares, en la búsqueda de intereses por un lado meramente individuales y por otro netamente colectivos que no representan la verdad de la persona humana. Para poder asumir los nuevos retos directivos en las diversas organizaciones humanas existentes, es preciso que nos reconozcamos unos a otros como personas e intentemos entender nuestra naturaleza, la cual nos lleva a sabernos ‘hombres éticos’ más allá del reduccionista animal racional de tiempos aristotélicos.
Luego de la Revelación divina en la humanidad, Dios se hace parte de la historia y realza la condición del hombre, varón y mujer, que desde su propia naturaleza, tiene un sentido de dignidad grandiosa y nos ha de llevar a dirigir instituciones u organizaciones que formamos socialmente con fines económicos o filantrópicos entre otros, desde una base verdaderamente humana y que debe sostenerse sobre la dignidad de la persona, su capacidad de abstracción y la grandeza de su espiritualidad encarnada, ese es el único camino para una gerencia que destaque el amor relevante para el ser y la propia humanidad.
Profesor Rodolfo Bolívar
Redactado por Jesús Di Zonno
Publicado por Virinia V.P Khalil R.
El blog de la FCEA
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